Bodegas Nuestra Señora del Socorro

Origen y esencia del descubrimiento

Artesanos de tradición vinatera

El viñedo, fruto y entorno

Casa de inspiración y elaboración

Denominación de Origen Condado de Huelva

Descubre nuestra nueva imagen

 

Orígenes

Corría el año 1868 cuando el Condado Onubense atravesaba una de sus épocas de mayor prosperidad económica. En aquel siglo, el manjar líquido corría a borbotones por las tabernas y bares de las ciudades de gran parte de Europa. Un consumo generalizado también en los hogares, no sólo de alta alcurnia, sino prácticamente en todas las capas de la sociedad. Justo en aquel año, la filoxera se erigió en protagonista de la vendimia del territorio Francés y del Norte de España aniquilando los viñedos y provocando, en consecuencia, el desabastecimiento de caldos en la zona sur de Europa.

Este suceso coyuntural provocó que adinerados empresarios del Norte de España pusieran sus miras en el Condado de Huelva, donde la enfermedad pasó de puntillas, aguantando las cepas el envite de la plaga. A consecuencia de estos acontecimientos, la vid del Condado se revalorizó como jamás volvería a conocerse: atrayendo de esta manera inversiones de decenas de empresarios que pusieron sus miras en esta zona onubense para poder seguir abasteciendo a su red clientes.

Al calor de estas nuevas expectativas de negocio, en Rociana fueron asentándose paulatinamente empresas del prestigio de bodegas Millán y la Fabrica de los Conca. Este esplendor económico se tradujo rápidamente en un despegue económico que se materializó en la creación de cientos de puestos de trabajo. Paralelamente, los agricultores comprobaron como sus tierras y cultivos comenzaban a revalorizarse y sus cosechas a ser cotizadas por todo tipo bodegas. La alta rentabilidad y los buenos augurios desencadenaron que los campesinos centraran, en posteriores años, todos sus esfuerzos e inversiones en el cultivo de la vid, de modo que las hectáreas proliferaron a ritmos de la pólvora hasta alcanzar las 14.000 en toda la zona Condal… corría en aquel entonces el año 1922.

 

DENOMINACIÓN DE ORIGEN

 

D. O. Condado de Huelva

La Cooperativa vitivinícola Nuestra Señora del Socorro está amparada bajo la D.O. Condado de Huelva. El nombre de la Denominación de Origen Condado de Huelva se aprueba por el Ministerio de Agricultura el 1 de agosto de 1979 (BOE del 11 de septiembre de 1979), donde se modifica el anterior reglamento de la Denominación de Origen Huelva, creada en 1932, concretamente por decreto de 8 de septiembre, publicado en la Gaceta de Madrid de 13 de septiembre, donde se aprobó el Estatuto del Vino, posteriormente elevado a ley por la de 26 de mayo de 1933. Esta publicación se ofrece a las Denominaciones de Origen aprobadas por el estatuto que mantienen en la actualidad.

Con esta medida, la entidad cambia de nombre, pasa de ser la D.O. Huelva a la D.O. Condado de Huelva, y se introducen, entre otros aspectos, el amparo de los Vinos Blancos Jóvenes del Condado de Huelva y el registro de la variedad de uva zalema, que es la que predomina en los viñedos de la comarca.

COOPERATIVA

Historia

El Condado de Huelva cuenta con una vasta historia ligada a la producción de vino. Ya en tiempos de los viajes de navegantes y conquistadores que partían desde las costas onubenses hacia ultramar se contaba con caldos elaborados en estas tierras. Vinos que desde aquel entonces se comercializaban en toda la extensión europea y que en muchos casos llegaban a destinos aún más lejanos.

Desde mediados del siglo XIX y hasta los años 1920 el Condado de Huelva atraviesa una época de gran esplendor. En aquel entonces, producto del desabastecimiento de caldos provenientes de Francia y del norte de España, ganó valor la cosecha del Condado de Huelva, se incrementó la demanda y creció la inversión por parte de decenas de empresarios que pusieron sus miras en esta zona para poder seguir produciendo y exportando sus vinos.

En base a estas nuevas expectativas de negocio, en Rociana del Condado fueron asentándose paulatinamente empresas vinateras de prestigio. Los agricultores comprobaron cómo sus tierras y cultivos comenzaban a revalorizarse y sus cosechas a ser cotizadas por todo tipo bodegas. La alta rentabilidad y los buenos augurios desencadenaron mayores inversiones en el cultivo de la vid. En el año 1922 el Condado de Huelva contaba con 14.000 hectáreas.

Nuevos tiempos

Concluida la primera mitad del siglo XX las perspectivas de los vinos del Condado de Huelva cambiaban y las necesidades productivas y comerciales exigían una nueva estructura. Así, a la luz de esta nueva vía social, 200 socios se adhirieron a la Cooperativa que se denominaría Vinícola Nuestra Señora del Socorro y que se fundó oficialmente en el año 1957.

Hoy día, tras periodos de bonanza y también de dificultad, esta Cooperativa es una de las más importantes del Condado de Huelva. Actualmente cuenta 650 hectáreas y 320 socios, quienes con gran esmero hacen posible el cultivo de uvas blancas y tintas para la elaboración de vinos de calidad embotellados bajo las marcas registradas Viñagamo, El Gamo y Don Frede.

EL VIÑEDO

Localización

Rociana del Condado se encuentra desde sus orígenes arraigada al cultivo tradicional de la vid. En su campiña se cultivan amplios viñedos en los cuales predomina la variedad autóctona Zalema. Una uva blanca de grano grande y firme que presenta excelentes condiciones para la producción vinícola. Los viñedos aprovechan las espléndidas características climatológicas de la zona, alta luminosidad, una temperatura cálida con amplia variación entre la máxima y la mínima, una humedad relativa media, y vientos frescos que provienen de la cercana costa atlántica.
Los suelos de caliza y lluvias esporádicas de intensidad media en la temporada invernal completan las condiciones bajo las cuales crecen los viñedos de la cooperativa. Plantas madres que año a año ofrecen racimos grandes, largos y dorados que dan origen a los caldos de esta rica comarca.

 

 

Variedad

Además de la variedad Zalema en estas tierras se cultivan cada vez más otras variedades traídas de otras regiones. Variedades como la Tempranillo y la Syrah que han sabido adaptarse y que cada vez más proporcionan la base para el desarrollo de otros tipos de vinos que hasta estas fechas no han sido tan comunes.

LA BODEGA

 

La Cooperativa Nuestra señora del Socorro ha ido creciendo y desarrollándose no solo en el campo agrícola y del cultivo de la vid. El avance tecnológico también ha envuelto al proceso de la vinificación y a la minuciosa tarea de la elaboración de un buen vino. A través del estudio de la variedad autóctona Zalema, su punto óptimo de recolección o vendimia y el tratamiento de frio y conservación, así como la evaluación de sus características organolépticas en nariz y boca, han permitido crear año a año un vino blanco balanceado y redondo, capaz de gustar a un amplio abanico de consumidores.

Tradición e innovación

Los trabajos en bodega han seguido un proceso de mejora continua. En tal sentido se han acometido objetivos que optimizan desde la recepción hasta el almacenamiento y el embotellado de los vinos. Trabajos que respaldan la investigación y el minucioso conocimiento enológico que yace detrás de todo gran vino.

Hoy, tras décadas de tradición vitivinícola la bodega de la Cooperativa Nuestra Señora del Socorro elabora, conserva y ofrece un conjunto de vinos, blancos y tintos de características sobresalientes. La bodega cuenta con instalaciones de acero inoxidable para la elaboración y almacenamiento de vinos blancos jóvenes y afrutados, emblema de nuestra denominación de Origen. Así mismo, cuenta con bocoyes y barriles de roble para la maduración de vinos tintos, producto de nuestros viñedos, criados con la máxima dedicación y esmero.